Una investigación periodística de Garganta profunda cuestiona la veracidad de las supuesta persecución de la Audiencia Nacional contra la tuitera Alumdena Montero. Asunto que fue trending topic en España el 8 de enero del 2013. Si la historia fuera falsa no sería la primera. Ni la última. El victimismo 2.0 está de moda. ¿Qué hacer, pues, ante los falsos héroes de Twitter? Dar voz a las víctimas verdaderas y volver a lo factual. En la lucha real y el trabajo concreto los farsantes no resisten la luz del día.
La respuesta es sencilla y compleja. El espacio natural para el simulacro es Twitter que combina el narcisismo extremo de sus usuarios célebres con la facilidad para inventar mundos alternos. La retroalimentación con lo real existe pero solo hasta cierto punto. La compulsiva necesidad de generar followers e impactar en la audiencia, deseosa de emociones fuertes en tiempo real, convierte esta red social en un vehículo de comunicación tanto más dudoso que los medios convencionales.
Y entre bulos, rumores e intoxicaciones varias existe una fauna especial que combinando blogs y tuits se convierten en adictos al victimismo 2.o. Cuando la realidad es tan jodida y la gente anda tan encabronada ¿por qué no convertir esta marea en show virtual para llegar a ser estrella fugaz de las redes sociales?
En México se han visto casos realmente explosivos en esta inovadora mezcla de victimismo delirante y fiebre de visitas. En 2012 hubo incluso un verdadero caso clínico. Lo cuento resumido. Uno de los blogs más leídos en el mundillo alternativo del DF fue El5antuario que a partir del 2010 generó un público fiel y cada vez mayor gracias a la figura de @el5anto, presunto luchador enmascarado que a base de tuitcams creó una parroquia de fieles seguidores de este superhéroe mordaz y conspiranoico.
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| El5anto: un mitómano que destruyó un blog popular y perdió toda credibilidad tras inventarse una falsa persecución. |
Pero el subidón de las page views y las visitas totales, o la idolatría del Google Analytics, es una peligrosa enfermedad 2.0. El dios analitico exige lo que toda buena novela: acción y una trama inquietante que obligue al público a llegar al final. Lo mismo sucede en la red. La gente deja de seguir tu blog si no hay espectáculo diario. Y sin centenares de miles de visitas el sueño de poder monetizar tu página web y vivir de la red se esfuma tan rápido como llegó.
Ante tan darwinista dilema Ruy Salgado empezó como la tuitera de Gramsci en España. Inventando una supuesta persecución policial que tras la victoria electoral del viejo y represor PRI parecía más que posible. El 22 de julio publicó en su canal de you tube
una presunta orden de aprehensión en su contra por parte de la Procuraduría General de la República (PGR) y el Gobierno Federal.
“Se me acusa de asociación delictuosa por diversos ataques a sitios del gobierno federal como Secretaría de la Defensa Nacional, Presidencia de la República”, dijo López en dicha transmisión.
Pulso Ciudadano
Declaración que recuerda los tuits de @almu_en_lucha sobre su declaración en la Guardia Civil. La orden nunca fue confirmada por fuente alguna pero que generó una gran reacción en redes e incluso dio lugar a una pequeña pero ruidosa manifestación en la Ciudad de México. El 4 de julio, siguiendo su guión persecutorio, Ruy Salgado anunció su exilio del país para evitar la persecución del estado pero su presunto viaje a Canadá fue un evento mental no real.
Después, y en la única información que podría ser cierta, anunció que tenía cáncer aunque miembros del equipo de El5antuario confiaron a Reporte Indigo que cada vez que bajaban los índices de audiencia en sus tuitcams lanzaba una noticia sorpresa.
En esta vorágine @El5anto aumentó la apuesta. Siendo ya un personaje de la tuitesfera nacional buscó el momento cumbre. Y en plena retransmisión de su tuitcam el 8 de septiembre del 2012 se interrumpió la señal. La confusión entre amigos y colaboradores del medio digital se convirtió pronto en presunta desaparición. Con los días y las sospechas su caso llegó a convertirse en tema de debate nacional más allá de Twitter. Incluso Reporteros sin Fronteras abrió su expediente para seguir el caso. Al final las versiones contrapuestas, absurdas y paranoicas en un país marcado por la desaparición forzosa y otras formas de violencia inclinaron la balanza social contra Ruy Salgado.
Ni estaba muerto ni nadie lo perseguía.
La farsa terminó el 20 de octubre con una larga tuitcam de 3 horas donde Ruy Salgado mantuvo su fantasmal discurso:
Me vi obligado a suspender (la transmisión del 8 de septiembre) por elementos que no sé quienes sean. No pienso levantar ninguna denuncia porque nadie me garantiza que no lo volverán a hacer. Interrumpimos de manera indefinida las actividades de el5antuario, ponemos esto en una pausa indefinida”, declaró el bloguero durante la transmisión, en la que agradeció a la gente que se preocupó por su desaparición.
El Otro Santuario
Pero no solo eso. Consecuencia del descrédito y la huida hacía adelante @el5anto anunció el fin de su portal de internet y su efectiva desaparición de las redes sociales. Gracias a aquel alarde de victimismo 2.0
se trivializó la lucha contra el delito de desaparición forzada y se desprestigió la larga historia de movilizaciones por la presentación con vida de los desaparecidos políticos. Por añadidura, se ha abonado al escepticismo ciudadano que cunde en este periodo incierto y se ha propiciado la proliferación de roces, antagonismos y rupturas en el sector de las redes sociales que se ocupa de informar y comentar la circunstancia política del país.
Pedro Miguel
El expediente Ruy Salgado fue todo un caso, emblemático y ejemplar, del papel de las redes sociales en la creación de esperpentos descomunales: gurús al molde 15M, luchadores sociales virtuales, profetas espúreos de la revuelta, vividores del copyleft y todo tipo de tuiteros influyentes que crean ejércitos de followers y blogs explotando el espíritu solidario del progresismo en red.
Según el recién nacido blog de periodismo crítico Garganta Profunda el caso de la tuitera acosada por la Guardia Civil por andar citando al presunto terrorista #Grasmci podría ser otro caso de invención pues la única fuente son los tuits de la presunta declarante.
¿Qué hacemos con los tuiteros mitómanos?
La reacción de la bloguera criticada por Garganta Profunda tiene su lógica. Atacarla a ella es atacar a la gente que lucha. Fundirse en la multitud que realmente sufre es una opción previsible. Podría haber dicho, por ejemplo, que el verdadero trabajo del periodista no es hacer arqueología de tuis. Que si querían comprovar los asertos de la tuitera empezaran por llamar a los colegas que cubren la Audiencia Nacional o buscaran los contactos que en los bares cercanos mueven toda la información.
Decirles también que hay abogados serios que saben conseguir un expediente o confirmar un dicho pero estas perlas no se consiguen en un día y requieren más de un carajillo. Y en tiempos tan precarios no hay tiempo ni dinero para estos detalles menores. Así que la duda persiste.
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@almu_en_lucha: ¿otro caso de victimismo tuitero?[/caption]
En el mundo virtual apenas se pagan un 10 % de los artículos y el periodismo es más copy & paste que otra cosa. Así que la duda queda. @almu_en_lucha se cubre con la bandera del activismo social para no explicar un hecho que si fuera mentira está dando alas a la reacción mientras que Garganta Profunda se queda a medio camino de una investigación a fondo. Pero en algo podemos acordar.
En España, y desde que iniciara la crisis terminal, el estado aplica su bagaje antiterrorista -leyes especiales, incomunicación, tortura y tribunales de excepción- contra una mayoría de la población que descubre ahora que cualquiera puede ser etarra si sale a manifestarse.
La represión existe. Y se incrementa con una agobiante combinación de multas legales y palizas policiales. Con ciertas entradas a prisión para que la gente aprenda el destino final de la protesta. Y para muestra un botón. En Alhama de Granada una buena amiga acaba de ser multada con 600 euros por manifestarse a favor de terminar una carretera que la Junta de Andalucía había prometido a sus pobladores.
Y muestra la prueba en Facebook:
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Multa contra la ciudadana Lola Maiztegui[/caption]
La ideología de la red, o la bondad de toda información nacida en Twitter o Facebook, es una de las mayores gilipolleces de este mitómano siglo XXI. En vez de defender a cualquier tuitero que propague bulos o fantasías en nombre de la libertad de expresión más vale denunciarlos antes que las leyes del estado lo hagan por nosotros y nos quedemos sin coartadas. No todo vale por más que se disfrace de alternativo. Pero más importante aún es salirse de las redes sociales-
En el mundo real todos estos farsantes que viven de la indignación mundial quedan siempre expuestos ante el peso de los hechos. Cara a cara, codo a codo, la simulación no puede ganar. Es verdad de perogrullo pero en tiempos de victimismo 2.0 no podemos darnos el lujos que nadie suplante a las víctimas concretas.
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