México cierra sus puertas a los pobres de España

Periodista residente en México analiza con ironía y tristeza los cambios en sus leyes migratorias. Nuevos reglamentos que impedirán a muchos desempleados de España cruzar el Atlántico en pleno cierre de fronteras. Contra pobres, rijosos y otros peligrosos migrantes ilegales la frontera sur de Estados Unidos se blinda. ¿Contra quién?

México a España: se acabó lo que se daba

Noticia urgente para tod@s aquell@s españoles pensando en “ir a probar suerte a México”

Bien, gente bonita, ya sabíamos que la Ley de Migración de México había cambiado (en mayo de 2011) y en noviembre de 2012 salió al fin el nuevo reglamento, o sea la lista de instrucciones para aplicarla en nuestra sufrida carne de migrantes. A la ley ya le había echado un ojo, lo cual sirvió solamente para perder media dioptría de a gratis, porque no entendí nada. Éramos muchos los que sospechábamos que algo maligno se estaba cociendo en el horno de Gobernación pero el malinchismo pudo con nosotros. Naturalmente, el cambio en la ley estaba seguramente destinado a migrantes centroamericanos…los mexicanos nunca se atreverían a despreciar o tratar mal a los españoles, ¿verdad? ¡¿VERDAD?!

[caption id="attachment_492" align="aligncenter" width="560"] Instituto Nacional de Migración: nuevas reglas, duras reglas.[/caption]

Ha llegado el momento de desengañarse. Somos chusma. Los españoles hemos adquirido oficialmente el estatus migratorio de chusma en México. Es algo de implicaciones gravísimas, por cierto. Que México nos cierre las puertas resulta casi impensable, porque los mexicanos tienen fama –bien ganada- de puerto internacional de exiliados de todo tipo, y, en particular, de ser refugio de españoles en apuros. Bueno, pues ya estuvo. México, siguiendo el ejemplo de Brasil (y, según me llegan rumores no confirmados, de Panamá), nos ha mandado a la mierda. Han hecho falta 202 años para que “el país azteca” (como gustan llamarle en España cuando se quedan faltos de sinónimos) superara su complejo de inferioridad y decidiera que ahora sí, ya están hartos de nosotros.

(Ojalá hubiesen decidido mejor que ya están hartos de nuestras empresas, digo yo. Pero en fin, yo no redacto las leyes.)

Dos meses después del inicio de aplicación del nuevo reglamento, los oficiales de Migración han empezado a mostrarnos en qué estaba pensando el gobierno al reformar la ley (no sé cuál de los dos gobiernos, pero, ¿qué más da?). Y no precisamente en hondureños. Ya se conocen casos de españoles deportados desde aeropuertos mexicanos al tratar de entrar a México como turistas. Tanto es así, que el mismísimo MINISTERIO DE ASUNTOS EXTERIORES español ha tenido que advertirlo en su página web. Más claro, el agua:

Desde el 9 de noviembre de 2012, para poder salir de México, los  menores que viajen solos o acompañados por un tercero distinto de sus padres o tutores deberán presentar a su salida un documento otorgado ante fedatario público o por autoridad que tenga facultad para ello en el que conste la autorización de ambos padres o de quienes ejerzan sobre ellos la patria potestad o la tutela. Cuando se trate de un documento otorgado en el extranjero, deberá ser legalizado o apostillado según sea el caso, con su traducción cuando se trate de idioma distinto al español.

Presidente Peña: permitir el saqueo de las multinacionales españoles e impedir el paso a los españoles jodidos.

 

Ya no es posible cambiar la condición de visitante (turista) a residente temporal con permiso para trabajar mientras se permanece en México. Es decir, si se entra como turista no es posible obtener un permiso de trabajo mientras se permanece en el país: se debe abandonar el país y tramitar el permiso en un consulado de México en el extranjero después de que el empleador que realice la oferta de trabajo inicie el procedimiento ante el Instituto nacional de Migración en México.

Si planea usted viajar a México por otro motivo distinto del estrictamente turístico (trabajo, adopción, estudios...), es recomendable que se informe previamente ante la Embajada de México o sus Consulados en España o en cualquier otro lugar sobre los requisitos de entrada en el país y que, en caso necesario, solicite antes de viajar el visado correspondiente.

¡En toda la jeta! No sabe una si ponerse a llorar (por mis compatriotas) o a reír (porque probablemente, y con todo rigor, es algo que los mexicanos debieran haber hecho hace mucho, y en el fondo supongo que es la decisión correcta). Y es que aunque España cifre que en México hay aproximadamente 80.000 españoles residiendo, el gobierno mexicano y yo sabemos que eso es mentira. Que hay muchos, muchísimos más (aventuro que hasta cuatro o cinco veces más). Ahora que, por otra parte, también sabemos que si México nos cierra las puertas no es porque no tenga espacio para más migrantes (yo creo que fácilmente cabemos 5 millones). Tal vez sea por honor. Tal vez sea por venganza. Más probablemente, sea porque la oportunidad la pintan parda. Nunca el momento había sido más propicio. Es más: España ni ha protestado. ¿Se habrá visto país más amansado? Por otra parte, ¿quién sabe? La ley se aprobó justo antes del cambio de gobierno así que resulta particularmente complejo atribuir responsabilidades. ¿El PAN la redactó y el PRI la aplica?…sea como sea, se acabó lo que se daba.

Así que, resumiendo. El que quiera una visa de trabajo, a partir de ahora, solo tiene dos opciones: arrastrarse y mendigarla como latinoamericano en Europa (necesitas un contrato de trabajo o algo parecido desde antes de entrar al país, o salir luego del país mientras se tramita), o casarse con un/a mexicano/a.

¿Hace falta que os diga cuál de las dos opciones es la más rápida y sencilla? (Seguir leyendo...)