Angélica Rivera: conozca a la primera dama de México-Televisa

Una actriz de telenovelas, Angélica Rivera, "producida" por el primer monopolio mediático de México, o Televisa, será desde el 1 de diciembre del 2012 la primera dama de México en compañía de su presidente-consorte Enrique Peña Nieto. El fast food televisivo llega a Los Pinos.

 

[caption id="attachment_94" align="aligncenter" width="467"] Angélica Rivera: primera dama del ¿show business? / imagen (CC) El cerro de las campanas[/caption]

 

El ícono de las vulcanizadoras, los talleres mecánicos y los calendarios sexy se convertirá por seis años en la imagen femenina del regreso del Partido Revolucionario Institucional al poder.En la consagración del binomio PRI-Televisa que por décadas marcó la historia de México solo ha cambiado el factor clave de la ecuación.

 

[caption id="attachment_96" align="aligncenter" width="661"] Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera; una pareja a la hechura de Televisa / Imagen (C) 20minutos.es[/caption]

 

En el siglo XXI es Televisa quien impone candidatos y marca la línea al punto que no solo la campaña permanente del mexiquense en pos de la presidencia fue respaldada por el emporio mediático de Emilio Azcárraga Jean sino que incluso su esposa es el prototipo de estrella made in Televisa. Angélica Rivera, futura primera dama, fue un producto más de esta empresa de comunicación que conseguirá con esta actriz de telenovela llevar a Los Pinos, la residencia oficial del presidente de México, a una de sus criaturas..

La imagen institucional de la primera dama será, quizás, el sueño erótico de las clases populares. Entre la burla y el surrealismo, recordamos algunas de las imágenes más explosivas del mito sexual de Televisa.

 

Erotismo estilo Televisa.

 

Destilando amor fue la telenovela que consagró la tórrida presencia de Angélica Rivera en el inconsciente colectivo que fabrican las televisoras. Estas son algunas razones:

 

¿Qué más se puede pedir?

 

Dos cárteles que no pueden faltar en ningún taller mecánico.

 

Y para que no termine el buen humor, o la decadencia de un país en manos de la oligarquía y el poder mediático, el subproducto venerado por (ciertas) clases populares. Cortesía de El cerro de las campanas:

 

 

 

Pan, circo y telenovelas para encubrir el nuevo ciclo de reformas neoliberales que se acerca en forma brutal y expeditiva.